¿QUÉ SON Y CÓMO IMPACTAN EN LA CALIDAD DE VIDA DE QUIEN LO SUFRE?
¿QUÉ SON LOS TRASTORNOS FUNCIONALES INTESTINALES?
Los trastornos o desórdenes funcionales intestinales (TFI) son un conjunto de cuadros gastrointestinales crónicos que se caracterizan por la aparición de síntomas como dolor abdominal, distensión o hinchazón, diarrea y/o estreñimiento, exceso de gases, eructos, cambios en el ritmo evacuatorio, entre otros.
La particularidad que presentan los TFI es que su origen no está asociado anomalías anatómicas o fisiológicas claras, por lo que no son posibles de identificar mediante estudios convencionales.
El origen de estos trastornos es de origen multifactorial y afecta el funcionamiento psicosocial del paciente. Son cuadros crónicos (> a 6 meses)y frecuentes (al menos 1 vez por semana) que, como ya se dijo, no se asocian a anomalías anatómicas o fisiológicas.

¿CÓMO SE CLASIFICAN LOS TFI?
Los TFI se categorizan de acuerdo a los síntomas. Algunos de los TFI más frecuentes son:
- Síndrome de intestino irritable (SII)
- Constipación funcional (CF)
- Diarrea funcional (DF)
- Distensión o hinchazón funcional
- Constipación inducida por opioides (CIO)
- TFI no especificado (TFINE)

SINDROME DEL INTESTINO IRRITABLE (SII)
En el SII se observa dolor abdominal recidivante y cambios en el hábito evacuatorio o las deposiciones: constipación, diarrea o ambos.
Para la evaluación clínica del SII se sugiere descartar, mediante pruebas específicas, la enfermedad inflamatoria intestinal, la enfermedad celíaca, la intolerancia a la lactosa y la fructosa y la colitis microscópica. Si no hay signos de alarma, los análisis realizados deben limitarse lo más posible.
El SII es un trastorno multifactorial, con factores genéticos, ambientales y psicosociales involucrados. El diagnóstico de SII se basa en la historia clínica, el examen físico, estudios de laboratorio y, de ser necesaria, la colonoscopia.
Los síntomas más predominantes y comunes del SII son: dolor abdominal inferior, distensión abdominal, hinchazón, constipación, diarrea, flatulencias excesivas, cambios en el ritmo evacuatorio.
CONSTIPACIÓN FUNCIONAL
En la constipación funcional predomina la defecación poco frecuente o incompleta en al menos el 75% de las deposiciones, con dolor abdominal. Otros síntomas que pueden acompañar este TFI son: hinchazón o distensión abdominal, gases, heces duras y sensación de defecación incompleta. Los síntomas deben haber estado presentes durante al menos 6 meses previos al diagnóstico.
Resulta necesario descartar constipación secundaria a la toma de ciertos fármacos, obstrucción mecánica o producto de otras enfermedades sistémicas.
DIARREA FUNCIONAL
La diarrea funcional se caracteriza por la emisión recurrente de heces sueltas o acuosas, cuyo comienzo debe haber ocurrido al menos 6 meses antes del diagnóstico y los síntomas estar presentes durante los últimos 3 meses. Estos pacientes no deben cumplir criterios de SII, aunque el dolor y/o la hinchazón abdominal pueden estar presentes, pero sin ser los síntomas predominantes.
Otros síntomas presentes pueden ser: sensación de urgencia para defecar pero que no se alivia luego, moco en las heces, cambios en el ritmo evacuatorio cada día.
DISTENSIÓN O HINCHAZÓN ABDOMINAL
En la distensión y en la hinchazón abdominal se observan síntomas como la sensación de plenitud o presión en el abdomen, sensación de gas atrapado o aumento del abdomen.
La distensión y la hinchazón coinciden o pueden presentarse por separado. Como en todos estos casos, los síntomas deben estar presentes durante los últimos 3 meses y haberse iniciado hace 6 meses.
La hinchazón ha sido definida como la sensación de aumento de la presión abdominal que puede ir acompañada o no de distensión abdominal objetiva, es decir, agrandamiento visible de la cintura. A la inversa, esta última puede ocurrir sin sensación de hinchazón asociada. Por lo tanto, la hinchazón es una sensación y la distensión es un signo.
Los individuos sanos pueden ocasionalmente tener hinchazón, especialmente después de ingerir mucha comida, ingestas “pesadas” o en asociación con una sobrecarga de productos alimenticios fermentables. Esta sensación es normal y dura pocas horas; la diferencia con quienes sufren este trastorno, es que muchas veces estos últimos suelen levantarse ya con distensión y/o hinchazón abdominal u ocurre tras ingestas pequeñas.
CONSTIPACIÓN INDUCIDA POR OPIOIDES
Este tipo de constipación tiene una causa específica, el suministro de opioides (medicamentos que interactúan con los receptores opioides de las células) y sus síntomas similares a la constipación funcional.
¿CUÁL ES LA CAUSA DE LOS TFI?
Los TFI son trastornos que origen multifactorial, con factores genéticos, ambientales y psicosociales involucrados. A nivel fisiopatológico se observan alteraciones en la motilidad gastrointestinal, la microbiota, la comunicación entre el cerebro y el intestino, hipersensibilidad visceral, mayor permeabilidad intestinal y activación inmune.
Este cuadro se asocia con estrés psicológico, alteraciones del sueño, sobreadaptación al ambiente y vulnerabilidad afectiva.
La comunicación intestino-cerebro tiene la particularidad de ser bidireccional, por lo que todo lo que sucede y afecta a uno repercute en el otro.

En la mayoría de los casos donde existe algún tipo de TFI existe una disbiosis (cambios en la composición normal de la microbiota) que genera cambios en la motilidad gastrointestinal, afecta a las secreciones y produce una hipersensibilidad visceral. En estas circunstancias se ven alteradas las células neuroendocrinas y las del sistema inmune, modificando la liberación de neurotransmisores, lo que se podría traducir en las diferentes manifestaciones psicológicas que presenta el gran porcentaje de quienes sufren estos trastornos.
A su vez, diversos estudios han demostrado que frente a situaciones de estrés y/o ansiedad se han evidenciado variaciones en la composición de la microbiota. De esta manera se reafirma la comunicación bidireccional entre ambos sistemas; la microbiota afecta el funcionamiento del sistema nervioso y, a su vez, alteraciones en él pueden producir cambios en la microbiota y por lo tanto en el funcionamiento correcto del sistema gastrointestinal.
Por otra parte, la dieta ha sido descripta como el mayor modulador externo de la microbiota colónica, afectando para bien o para mal la población de bacterias en el intestino.

IMPACTO DE LOS TFI EN LA CALIDAD DE VIDA
Los TFI son trastornos crónicos y reincidentes por lo que sus síntomas varían y suelen incrementarse y atenuarse constantemente. Existen algunos síntomas gastrointestinales que en personas sanas son normales, como las flatulencias no exacerbadas y/o una leve distensión abdominal tras ciertas ingestas. Es por ello que resulta importante determinar la magnitud de los síntomas y cuánto influyen en la calidad de vida del paciente para confirmar el diagnóstico
Cierta evidencia sugiere que estos pacientes presentan hipersensibilidad visceral y una alteración de la nocicepción (percepción del dolor) por la que perciben grades molestias causadas por sensaciones (por ejemplo peristalsis) que otras personas no hallan molestas. .
Los síntomas predominantes en personas con TFI afectan su calidad de vida provocando cambios y limitaciones en la dieta, dificultades a la hora de asistir a reuniones sociales, salir de casa y/o viajar, restricciones a nivel laboral o académico. Es por ello que a la hora de evaluar al paciente, resulta clave identificar cómo esta problemática está alterando su calidad de vida para proceder al tratamiento cuanto antes.
Algunos ejemplos de cómo y en qué ámbitos los síntomas impactan en la calidad de vida son:
- Alteración del sueño
- Fatiga
- Depresión y/o ansiedad
- Apariencia física (distensión)
- Relaciones sexuales
- Disminución del rendimiento laboral y/o académico
- Miedo e inseguridad de realizar viajes largos o estar mucho tiempo fuera de casa
- Evitar los centros de salud por falta de diagnóstico

CONCLUSIÓN
Los trastornos funcionales intestinales no presentan una causa orgánica y/o fisiológica que pueda detectarse con estudios convencionales. Su diagnóstico se basa en la sintomatología presente, en descartar otras patologías y en cómo afecta este trastorno en la calidad de vida del paciente.
En la mayoría de los casos son difíciles de comprender y tratar para muchos profesionales debido a la escases de información y a que son desórdenes que aparecieron en gran cantidad en los últimos años (muchas veces debido al estilo de vida actual cargado de estrés y ansiedades, y a la dieta en la que predominan ultraprocesados)
La incertidumbre de quienes lo padecen puede provocar frustración y actitudes críticas. Una interacción médico-paciente eficaz, donde se reconozca la sintomatología y se proporcione empatía logrará mejores resultados y ayudará a que la persona encuentre el camino a su bienestar.